Tesla acaba de ser llevado a los tribunales tras un fatal accidente que se cobró la vida de dos personas el pasado mes de septiembre. En cuestión, la suspensión defectuosa de un Tesla Model 3.
En septiembre pasado, Nicolás García y su pasajera de 19 años, Jazmín Alcalá, murieron cuando el Tesla Model 3 2021 en el que viajaban se salió de la carretera, se estrelló contra dos árboles y se incendió. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte había enviado investigadores para analizar el accidente en el sur de Florida.
Según las investigaciones, el vehículo circulaba a una velocidad de 145 km/h en una zona residencial pero limitada a 50 km/h. El video de Dashcam muestra un gran bache en la intersección que provocó el despegue del Model 3. Al aterrizar, el conductor perdió el control y luego golpeó dos árboles antes de estallar en llamas, matando a ambos ocupantes. La investigación de la NTSB hasta el momento no ha determinado una falla en la suspensión o por qué el Model 3 giró a la izquierda tan abruptamente. La organización solo indicó que el coche aceleró hasta los 145 km/h en cinco segundos.
Las familias de las víctimas presentan denuncia
Ahora, la familia del conductor del automóvil está demandando a Tesla, Tesla Florida y un gerente de servicio de Tesla por la supuesta suspensión defectuosa del automóvil. El vehículo Model 3 2021 tenía una «suspensión defectuosa e irrazonablemente peligrosa capaz de causar la pérdida de control en condiciones de manejo normales y previsibles», según la demanda presentada por la familia del conductor en un tribunal estatal de Florida
La denuncia también establece que cuatro días antes del accidente de septiembre, el conductor, Nicholas G García, llevó el vehículo a una tienda Tesla debido a «problemas de control/dirección, suspensión, batería y electrónica, y capacidad para abrir puertas». El gerente del servicio posventa de Tesla supuestamente fue «negligente» al inspeccionar el Model 3 afectado.
