Los revendedores parecen decididos a convertirse en los archienemigos de Internet. Si bien ya monopolizan el stock de consolas y tarjetas gráficas, ahora están ingresando a un nuevo mercado: las máscaras anti-COVID. Concretamente el Zephyr, el modelo de alta tecnología creado por Razer, que venden hasta por 5 veces más que su precio original.
Pero, ¿hasta dónde llegará la locura de los revendedores? No contentos con atraer la ira de los gamers que todavía están desesperados por comprar una PS5 o Xbox Series X a un precio decente, ahora están explorando nuevos horizontes. Últimamente, los hemos visto saltar sobre el mini refrigerador de Xbox, para disgusto de los pocos fanáticos que esperaban conseguir uno. Hoy apuntan a las máscaras COVID de Razer.
En el CES 2021, el fabricante presentó Project Hazel, una máscara de alta tecnología con LED y ventiladores integrados para mejorar el flujo de aire. No hace mucho, lanzó el modelo Zephyr inspirado en este prototipo. Puedes pensar que este producto es relativamente de nicho y, sin embargo: unos días después de su lanzamiento, la máscara ya no está disponible en ningún lugar. Te dejamos adivinar quién es el responsable.
Mascarillas Razer vendidas por 500 dólares
Si bien su precio minorista sugerido es de $99, un precio que ya puede considerarse alto, la máscara ahora se vende por $500 en subastas en eBay. Los revendedores no se avergüenzan de multiplicar los ingresos por cinco, y por una buena razón: este precio insano no impide que los usuarios lo compren. Ya se han vendido varias decenas de modelos, según información de los sitios de subastas.
Varias razones pueden explicar esta locura. Novedad por un lado, que es suficiente para que algunos quieran tener en sus manos el último accesorio de alta tecnología. También podemos citar la situación sanitaria que lleva varios meses estancada y que puede empujar a la población a buscar soluciones duraderas. Finalmente, la escasez general de componentes crea una sensación de urgencia que realmente no ayuda con las compras bien pensadas.
Desafortunadamente, los revendedores están encontrando su camino y no dudan en emplear métodos cada vez más cuestionables.
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