A finales del año pasado pudimos ser testigos de cómo Xiaomi, con su Mi Mix, resucitaba el concepto de móvil sin marcos que Sharp materializó hace años. Y no sólo eso, sino que la compañía china mejoró bastante dicho concepto: una pantalla de 6,4 pulgadas bastante buena, el último procesador de Qualcomm y 6 GB de memoria RAM, buen móvil, tanto por dentro, como por fuera.
Recientemente, tanto Samsung como LG han presentado sus buques insignia para este año, y ambos han aprovechado el frontal de manera óptima, bastante más estético que el terminal de Xiaomi al repartir los marcos en la parte inferior y superior. Esto nos hace pensar que bastantes fabricantes se van a subir a este barco, pero ¿realmente son mejores los equipos con pocos marcos?
Como ya sabes, dos de los mejores equipos de la actualidad –el Samsung Galaxy S8 y el LG G6– cuentan con un diseño bastante innovador respecto a lo que conocemos, y es que cuentan con un aprovechamiento del frontal muy notable, gracias a sus escasos marcos.
Esto hace que prácticamente toda la parte superior de dichos terminales sea pantalla. Una cosa que, como es una novedad, puede parecer un salto de gigante en el diseño de dichos equipos, una característica que deberían incorporar todos los fabricantes, pero personalmente, creemos que es todo lo contrario.
A nivel estético puedes quedar impresionado la primera vez que ves un smartphone así en persona, algo totalmente normal. Pero lo cierto es que, tener un equipo así para el uso diario, tiene ciertos inconvenientes que puedes no estar dispuesto a afrontar.
El primero, y el más evidente, es la aparente fragilidad de estos equipos, algo que va a hacer que te preocupes en exceso de que no se raye o caiga. Para lo cual, seguramente pensarás en comprar varias fundas y un protector de pantalla, algo que puede acabar empobreciendo tu experiencia con este. Un smartphone es para utilizarlo, no para preocuparse constantemente por él.
Otro de los inconvenientes aparece a la hora de usarlo diariamente, ya que, al apenas tener marcos, es muy probable que toques la pantalla sin querer, algo que sufrieron los usuarios Samsung Galaxy S6 Edge. Al fin y al cabo, por algún sitio hay que sujetar el equipo, y si al hacerlo, se activan cosas solas, el aprovechamiento del frontal pasa de ser algo bonito a ser un estorbo. Los marcos tienen una función esencial: permitir que sujetemos el equipo con seguridad sin tocar la pantalla.
Además, cabe destacar que estos terminales no cuentan con el habitual ratio de 16:9 que encontramos en el resto de smartphones, sino que su ratio de pantalla es más alargado. Esto implica que a la hora de visualizar un video, o algunos juegos, el contenido tenga que reescalarse, o que aparezcan unas franjas negras en la parte inferior y en la superior, afectando bastante la experiencia de navegación multimedia.
Si echas un vistazo a los terminales del año pasado, como el Samsung Galaxy S7 Edge, el Huawei P9, o el Lenovo Moto Z, verás que sus marcos no están reducidos al extremo, pero aún así son bastante bonitos, dan una sensación muy premium en la mano, y no dan impresión de ser frágiles, como ocurre en el caso de los flagship de este año. Además, estos terminales han bajado mucho de precio desde su lanzamiento el año pasado, y siguen ofreciendo una experiencia increíble.
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